REGULADORES DEL TRÁNSITO INTESTINAL Y LAXANTES:
Comenzamos diferenciando entre los reguladores y los laxantes. Los reguladores son productos naturales o sintéticos, cuya función es estimular y normalizar el tránsito intestinal. Los laxantes provocan, aceleran y facilitan la evacuación de los excrementos en caso de retención indeseada.
La mala función intestinal, muchas veces, está relacionada con el sobrepeso. Lo ideal es que nuestro sistema digestivo funcione de forma regular, sin tener la necesidad de recurrir a medidas extremas. Esto puede ayudarse aumentando la ingesta de fibra (frutas, verduras, cereales integrales) y bebiendo como mínimo 2 litros de agua al día. La ayuda de productos estimulantes de la flora bacteriana del intestino como son los prebióticos y los probióticos.
El estreñimiento generalmente no es una enfermedad, sino un síntoma y además normalmente evitable. Es una de las alteraciones más frecuentes en nuestra sociedad. Cuando su origen es funcional, puede resolverse con una buena higiene de vida, es decir con hábitos de alimentación saludable, pero si la causa es orgánica, se tratará la patología de base como puede ser por ejemplo las enfermedades de colon, patologías metabólicas o algunos tipos de cáncer o bien debilidad de los músculos abdominales o del suelo pélvico.
Se habla de estreñimiento funcional cuando la evacuación intestinal es inferior a tres veces por semana, debido habitualmente al bajo contenido de residuos y carencia de agua en las heces, lo cual provoca una falta de estímulo en los movimientos intestinales y por lo tanto una gran dificultad para su evacuación.
La acumulación de materia de desecho en el intestino, lógicamente incrementa nuestro peso, aparte de las posibles consecuencias orgánicas que comporta o puede comportar.
Su solución, habitualmente es sencilla: incrementar en nuestra dieta el aporte de fibra tanto con la ingesta de verduras como de fruta en nuestras comidas. No solo notaremos beneficios en nuestro organismo sino también en nuestro peso, pero sobre todo en nuestro humor y estado de ánimo. No debemos olvidar nuestra hidratación y tener en cuenta que beber unos 2 o 2.5 litros de agua al día, es el aporte que necesitamos para tener a nuestro cuerpo en perfectas condiciones.
Entrarían en esta categoría: LAS SEMILLAS DE LINO, HOJAS DE BOLDO, HOJAS DE SEN, ALOE VERA, FRÁNGULA, CÁSCARA SAGRADA.
Semillas de lino:
Las semillas de lino, ingeridas con abundante agua, calman la irritación de la mucosa gástrica y absorben la mucosa inflamada y líquido resultante, facilitando una cómoda evacuación de las heces, revelándose sus semillas como un excelente laxante, para evitar el estreñimiento, debido a su aceite esencial sumamente rico en ácidos grasos.
Frángula:
Esta planta, se revela como un laxante muy eficaz tanto para los estreñimientos crónicos producidos por la atonía del intestino grueso, como para los trastornos ocasionales. Favorece la hidratación de los residuos de la comida permitiendo la evacuación intestinal fácil.
Hojas de Sen:
Las hojas de Sen, poseen un alto contenido en sennósidos, los cuales impulsan las contracciones de los músculos de las paredes del intestino grueso, lo cual favorece una cómoda evacuación de las heces, a las pocas horas de haber comido. Hay que prestar atención a la dosis recomendada por el fabricante, ya que el exceso de su ingesta puede producir un efecto purgante.
Cáscara Sagrada:
Al igual que la Frángula, la Cáscara Sagrada tiene propiedades muy similares, pero a la vez más contundentes, por lo que se utiliza para estreñimiento persistente. Su utilización sin embargo, es necesaria bajo control médico, debido a su fuerte efecto y debe ser utilizada en casos muy concretos.